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Alianza no hizo pie en Matute: Cayó 1-2 ante Libertad por Copa Libertadores y quedó último en su grupo

Alianza Lima no mostró armas suficientes para superar a Libertad y complicó sus aspiraciones para meterse en los octavos de final de la Copa Libertadores

Por Pedro Uribe

Confusión, desconcierto, una cuota de mala fortuna y poco fútbol. Alianza Lima, por la cuarta fecha de la Copa Libertadores, no mostró lo que se le vio ante Athletico Paranaense (en Lima) y Libertad (en Asunción); de hecho, se pareció más al equipo que cayó ante Mineiro en Minas Gerais. Inconexo, sin ideas y sin hacer pie en Matute, que ha sido su fortaleza a lo largo de la temporada.

Una cosa es cierta: las lesiones mermaron al colectivo de cara a este choque. Las bajas de Andrés Andrade y Gino Peruzzi fueron significativas para un equipo que no encontró el cómo en su casa, ante un rival que sabe jugar mejor sus cartas de visitante que de local (2 caídas en casa y 2 victorias a domicilio).

Los dirigidos por Guillermo Salas tuvieron algunas acciones de riesgo, pero no fueron suficientes para vulnerar la portería de Martín Silva. Con el correr de los minutos, los paraguayos entendieron lo que tenían que hacer. Ganar divididas, quedarse con la mitad de la cancha y brincar líneas para encontrar las espaldas de los defensores blanquiazules, especialmente los laterales.

Pablo Lavandeira, que tuvo la difícil misión de reemplazar al 'Rifle' y ser la primera opción, por encima de Christian Cueva. El uruguayo nacionalizado peruano no hizo un buen partido, ni de enlace ni de aduana entre el mediocampo y el ataque.

Alianza carecía de control, le costó tomar el protagonismo; cuando le ganó a Libertad en Asunción soportó la presión, fue inteligente y eficiente; en Matute, fue todo lo contrario. Un fatídico autogol de Santiago García a los 45'+2 dejaba ver la dura noche que se avecinaba en el Alejandro Villanueva. Pero más aún cuando el VAR intervino para anular el tanto de Jesús Castillo por previo offside de Pablo Sabbag. Era la crónica de una caída anunciada.

El complemento arrancó de la misma manera que el final del primer tiempo: un error individual de Castillo, que intentó controlar el balón (desde el piso) en una zona que no se hace, le permitió a Diego Gómez encontrar a Lorenzo Melgarejo, que la pinchó y definió a placer ante la salida de Franco Saravia. 2-0 a los 55' para empezar a liquidar el pleito.

Lo que siguió fue casi trámite, salvo por el tramo final. Salas, que nunca encontró un camino claro para darle herramientas a su equipo, metió tres cambios de una: Cueva por Zanelatto, Aldair por Ballón y Costa por Lavandeira; un rato después, Barcos reemplazó a Sabbag. Nada parecía inquietar al 'Gumarelo', que estaba más cerca del 0-3 que de recibir un susto.

Ese susto llegó en el epílogo. Yordi Vílchez encontró un balón en el área, cuando medio equipo se encontraba desesperado por el descuento, y definió como '9' para poner el 1-2 a los 90'+2. El árbitro Fernando Rapallini, a quien le costó llevar el partido, adicionó más de 7 minutos, en los que Alianza buscó la épica cuando Aldair erró una acción ante pase de Cueva que pasó cerca de la portería de Silva.

En resumen, una suma de nombres, de individualidades, no pudieron generar un funcionamiento frente a un equipo que no se cansó de correr, que superó a su rival en el trámite y que, pese a un sobresalto final, mereció llevarse los tres puntos de Lima. Era el partido que, si no lo podías ganar, no lo debías perder.

El desenlace de la Copa, ante Mineiro en Lima y Paranaense en Brasil, será el destino a cruzar para los 'íntimos'. En la cola, con dos puntos menos que su rival clave -por tentar al menos el tercer lugar que te da el pase al playoff de la Sudamericana- y con dos finales durísimas, 'Chicho' deberá replantear su estrategia e idea de juego. O definir una.