En la última fecha doble FIFA de marzo, la selección peruana vivió momentos de intensa emoción y decepción en el marco de las Eliminatorias.

A pesar de haber logrado una victoria alentadora contra Bolivia en Lima por 3-1, la selección peruana se vio relegado tras caer 0-1 ante Venezuela en Maturín. Esta dualidad en los resultados generó una incertidumbre palpable en la afición, especialmente al conocer que el equipo se mantiene en la penúltima casilla de la tabla y a cinco puntos de la ansiada zona de repechaje.

¿Qué ocurrió en la doble fecha FIFA?

Resultados y su impacto en la tabla

El doble partido de marzo estuvo marcado por contrastes. Por un lado, la victoria contra Bolivia despertó esperanzas, demostrando que la 'blanquirroja' es capaz de rendir a un alto nivel en casa.

Sin embargo, el revés contra Venezuela puso en evidencia ciertas deficiencias en momentos cruciales. Tras el pitazo final del árbitro chileno Cristián Garay, la decepción fue notoria en el vestuario, ya que el equipo no solo se quedó con apenas 3 puntos de 6 válidos, sino que también vio cómo se complicaban sus opciones para pelear por el Mundial de Norteamérica 2026.

La decisión de Óscar Ibáñez y la exclusión de jugadores

En cada compromiso, solo se pueden incluir 23 jugadores de una nómina inicial de 28. Esto obliga a realizar recortes que, en ocasiones, no son del agrado de todos. En esta última doble fecha, el técnico interino Óscar Ibáñez optó por dejar fuera a algunos futbolistas que, pese a tener calidad, no pudieron ver la acción en el terreno.

Entre estos, el mediocampista Piero Quispe, que milita en Pumas de México, fue una de las figuras que no tuvo la oportunidad de participar en ninguno de los dos encuentros.

La voz de Piero Quispe: un mensaje de paciencia y confianza

El Silencio que se Rompe en el Vestuario

Luego del pitazo final y en medio de la confusión que se vivió tras la derrota ante Venezuela, el joven mediocampista se vio obligado a romper su silencio. En declaraciones a Jax Latin Media, Piero Quispe expresó: "Un poco triste por lo que estamos pasando, pero todavía quedan cuatro finales y vamos a ir con todo".

Estas palabras reflejaron no solo la decepción por no haber sido considerado en la convocatoria, sino también una firme determinación y confianza en sus capacidades. Con apenas 26 años, Quispe dejó en claro que se encuentra en constante preparación, manifestando: "Yo sé que va a llegar el día que me toque y voy a prepararme para eso".

El hecho de que Piero Quispe no haya jugado contra Bolivia y haya sido descartado ante Venezuela se debe, en gran parte, a la estrategia táctica de Óscar Ibáñez.

Con la presencia de Pedro Aquino y Renato Tapia en el centro del campo, se decidió que la figura de Sergio Peña era suficiente para complementar el bloque de contención y distribución del juego. Sin embargo, esta decisión generó críticas entre algunos expertos y figuras del fútbol peruano. El reconocido periodista Gustavo Peralta señaló que la alineación podría haberse beneficiado de las características diferenciales que aporta Quispe, especialmente en situaciones de presión en partidos decisivos.