Cien temporadas, 54 ediciones y un evento que trascendió lo deportivo y se quedó marcado como parte de la cultura estadounidense. Esa es tal vez la mejor descripción del Super Bowl, la final de temporada en la NFL, liga más importante de fútbol americano. El pasado domingo,el Hard Rock Stadium de Miami fue el escenario del partido entre los San Francisco 49ers y los Kansas City Chiefs.

Es que el Super Bowl no solo son los cuatro cuartos del partido de fútbol americano que define al campeón de la National Football League, sino que abarca toda una jornada que, aparte de lo deportivo, shows musicales con los artistas más populares del mundo y una tanda de comerciales – exclusivo para la televisión pay per view (o pago por evento) - de las marcas más importantes del mercado.

Todo arrancó con la extraordinaria y muy conmovedora interpretación de Demi Lovato, quien fue la encargada de cantar el himno nacional de Estados Unidos. Como no podía ser de otra manera, antes del inicio del partido también se aprovechó para rendirle un sentido homenaje a Kobe Bryant, uno de los deportistas más queridos por la cultura norteamericana y que perdió la vida hacía una semana junto a su hija Gianna y otras siete personas.

Ya en el plano deportivo, los primeros dos cuartos terminaron empatados 10-10, con una actuación de Patrick Mahomes, quarterback de los Chiefs, que ya comenzaba a perfilarse como la mejor de la noche. Un partido que arrancó muy parejo y que se iba al medio tiempo para darle paso a una parte del programa muy esperada: el show que incluía a los colombianos Shakira y J Balvin, a demás de los puertorriqueños Jenifer López y Bad Bunny. El espectaculo puso los ánimos al tope para el cierre del partido.

El tercer cuarto del encuentro se iba con un 20-10 a favor de los 49ers que hacía presagiar un final cómodo para los de San Francisco. Pero para el último cuarto, volvió a aparecer la figura de Patrick Mahomes para manejar los hilos de los Chiefs y remontar el marcador al 31-20 final. Así se le ponía punto final al Super Bowl LIV, con el equipo de Misuri ganándolo tras 50 años.